Publicado el Martes, 11 de Octubre de 2022
La verdadera realidad sobre los mitos del sexo por teléfono
Nuestra mente es un elemento fundamental en el sexo. Dependiendo de cómo seamos capaces de emplear nuestra imaginación, así de divertida será nuestra vida sexual. Sin embargo, la tecnología es otro componente indispensable de la vida sexual de la mayoría de nosotros. Por suerte, hoy en día tenemos a nuestro alcance un gran número de tecnologías que nos pueden permitir tener una vida sexual plena. Por ejemplo, las líneas eróticas o las videollamas porno se han convertido en una pieza indispensable para millones de hombres y mujeres en todo el mundo. Gracias al sexo telefónico, ahora podemos satisfacer todas aquellas fantasías eróticas que, por miedo a ser juzgados, en la vida real no somos capaces de cumplir.
Se ha escrito mucho sobre las líneas calientes, un servicio para adultos que ha cambiado muchísimo con la llega de Internet. Lejos quedan los teléfonos porno de los años noventa. Sí, aquellas líneas eróticas rudimentarias a precios desorbitados. En la actualidad, este entretenimiento para adultos es más accesible, entretenido y placentero que nunca. No obstante, todavía hay muchos que tienen ideas preconcebidas y erróneas sobre el sexo telefónico. Por ello, hoy queremos desvelaros lo que hay de cierto acerca de este servicio erótico.
Mitos sobre las líneas eróticas
1. El sexo por teléfono es prostitución: FALSO. De la misma manera, que trabajar en el cine pornográfico no lo es, ser una teleoperadora de los teléfonos porno tampoco significa prostituirse. Las líneas calientes jamás han estado vinculadas a la prostitución, por mucho que desde algunos sectores de la sociedad así se haya visto durante décadas. Este servicio se basa en el uso exclusivo de un teléfono. En ningún momento, habrá una relación física entre las telefonistas eróticas y el cliente. Ahora bien, esto no quiere decir que estemos de acuerdo con prohibir la prostitución, como así lo quiere el Gobierno actual. Todas las personas mayores de edad tienen el derecho a escoger libremente lo que hacen y dejan de hacer con su cuerpo.
2. No hay un perfil concreto de clientes: contrario a lo que se suele pensar, a las líneas eróticas telefonean personas de todo tipo. A veces llaman hombres casados, otras veces solteros e, incluso, mujeres. El sexo telefónico es una práctica sexual que incluye todo tipo de perfiles: heterosexuales, homosexuales, parejas, lesbianas… Del mismo modo, es totalmente falso que a este servicio solo llaman personas introvertidas o con problemas sexuales.
3. Solamente llaman los hombres: como ya se ha indicado, los teléfonos porno están demandados tanto por hombres como por mujeres. Lo que si es cierto es que la mayoría de las llamadas porno son realizadas por el público masculino. Esto se debe principalmente a que el sexo masculino es más promiscuo que el femenino. No obstante, durante las últimas dos décadas la tendencia es que la demanda se estabilice en un punto intermedio. En los años noventa, el 90% de las llamadas eran realizadas por hombres. En estos momentos, se estima que el 60% de las llamadas a las líneas eróticas son de parte de los hombres, mientras que el 40% recae en el sexo femenino.
¿Qué ventajas nos ofrece el sexo por teléfono?
Una vez que te hemos aclarado lo que hay de cierto en el sexo telefónico, queremos recordarte las ventajas de las líneas calientes. Lo beneficiosas que puede resultar para tu vida sexual este servicio para adultos. Presta atención:
Adiós al estrés: ¿estás harto de llegar a casa agotado del trabajo? ¿La semana se te hace eterna con tanta rutina? Pues bien, el sexo telefónico es un método ideal a la hora de evitar el estrés. Gracias a las llamadas eróticas te sentirás más feliz, más travieso. Tener a una mujer excitante y hermosa al otro lado de las líneas eróticas, una chica con la que poder compartir tus fantasías sexuales, es algo realmente maravilloso. Te harán sentir el hombre más afortunado del mundo, te harán olvidar lo agotadora que es la vida rutinaria.
Comparte tus fantasías sexuales: otra de las ventajas de los teléfonos porno es que nos dan la oportunidad de expresar nuestras fantasías sexuales sin miedo al rechazo. Las teleoperadoras de este servicio no tienen tabúes, no juzgan a nadie. Son mujeres a las que les gustan los hombres de mente abierta. Chicas viciosas y comprensivas. Por ello, no hay nadie mejor que ellas a la hora de dar rienda suelta a tus fantasías. No solo las escucharán, sino que las cumplirán. Las llamadas a los teléfonos eróticos están para que cuentes tus secretos intimos y tus sueños húmedos con total discreción.
Más confianza en ti mismo: tener sexo por teléfono es la mejor manera de aumentar la confianza en uno mismo. Después de un desengaño amoroso, la autoestima puede bajar hasta el punto de tener miedo de hablar con personas del sexo opuesto. Con las chicas de este servicio erótico esto nunca te sucederá.
Evita la rutina en tu vida sexual: el sexo es una parte muy importante de la vida del ser humano. Una vida sexual plena nos ayuda a combatir el estrés, mejora nuestra autoestima, refuerza nuestro sistema inmunitario y nos permite conciliar mejor el sueño. Por desgracia, ya sea por un desengaño amoroso o simplemente por no tener pareja en un momento de nuestra vida, no podemos tener una vida sexual como es debido. Por esta razón, las líneas eróticas son tan importante. Porque gracias a ellas podemos satisfacer y evitar la monotonía en el sexo. La falta de contacto se compensa con la imaginación. El sexo telefónico es distinto a lo habitual. Es un tipo de relación sexual que nos permite desahogarnos y desconectar.
¿Cómo charlar con las mujeres del teléfono erótico?
Mantener una conversación en los teléfonos porno es más sencillo de lo que imaginamos. En primer lugar, tienes que estar relajado. Como ya hemos dicho, las chicas del teléfono erótico son de mente abierta y muy comprensivas. Por lo tanto, no tienes que sentir vergüenza al hablar con ellas. Habla con ellas de manera informal, como si lo estuvieras haciendo con tu pareja o amante. Pregúntales sobre su físico, cómo van vestidas, qué es lo que más les gusta hacer en la cama, que están dispuestas hacer por ti… La clave está en el respeto mutuo y la tolerancia. Si no sabes cómo empezar la conversación, puedes decirles que sean ellas quienes lleven la iniciativa. ¡Solamente déjate llevar!